Por. Ventura Cota y Borbón III
Par de crápulas: Santiago Luna y Estanislao Pineda
Santiago Luna: Eran las 6 de la tarde del miércoles 11 de julio del 2018 –lo recuerdo bien porque ese día tendría exhibición de cine club en el auditorio Fray Ivo Toneck-, cuando abruptamente se abrió la puerta de la biblioteca y por ésta entraron un par de individuos del cual sólo uno de ellos me era conocido: Santiago Luna García.
Había pasado poco más de una semana de las elecciones en las que resultó triunfadora Sara Valle Dessens y por ende, el sujeto de marras –Luna García-, ya mostraba su “power” en distintos escenarios. Un poder malamente concedido por la alcaldesa y que este tipo ya daba visos de su injerencia en lo que después resultó y sigue resultando una administración fallida con rampante corrupción.
Como si el recinto cultural –en ese entonces bajo mi coordinación-, estuviera vacío, ambos individuos entraron tal cual animales, ignorando a quienes estábamos ahí y se fueron directamente hacia la parte media del inmueble. Me levanté de mi silla, y con voz estentórea les pregunte: ¿Les puedo servir en algo? Santiago Luna de manera prepotente y grosera siguió su camino; mas quien le acompañaba, mostrando visos de educación se regresó, saludó y ofreció una disculpa por la irrupción tan majadera. Enseguida me cuestionó: ¿No sabe quién es el señor que me acompaña? Es el futuro Tesorero, me dijo. ¡Por supuesto que lo sé!, dije, sin embargo tenemos una bitácora de visitantes en la cual deben registrase ambos. Sólo mi interlocutor lo hizo y el tipo corriente y vulgar del Santiago, murmuró en voz alta: “Este lugar está especial para que sea las oficinas de la Tesorería”.
Al tiempo, ya que salí de la administración, sucedió aquél conato de zafarrancho donde se manifestó que la biblioteca sería cambiada de lugar, etcétera. Sin embargo existe un impedimento de carácter legal para el cambio pretendido, mismo que Santiago Luna lo mismo que Sara Valle ignoran o se hacían de la vista gorda –por no decir otra cosa-, es que el Gobierno del Estado, desde la época tirana de Armando López Nogales, legó en comodato el edificio municipal durante un lapso de cien años al gobierno municipal en turno y en cuya adenda menciona que si se hiciera un uso diferente para el cual fue prestado (biblioteca municipal), el oficio mencionado queda sin efecto. Quizás sólo eso impidió que Luna García en complicidad con Sara Valle, trasladaran el acervo de cerca de quince mil libros, a un costado del C4.
Es sabido que Santiago Luna García sigue inmiscuido en los asuntos de Gobierno de esta administración. La etnia yaqui lo acaba de manifestar hace una semana. Nunca se ha ido. Un pillo jamás cambia de profesión.
Estanislao Pineda: El jueves 31 de octubre de 2018 se apersonó en la biblioteca la directora del IMCA, Branda Barajas con un oficio dirigido a mí para que me presentara en Jurídico y dejara el puesto de Coordinador de Bibliotecas. Lo que ofrecía era francamente ridículo: mi finiquito en enero del 2019 y sin garantía de ello. Por supuesto, previo a eso, yo tomé precauciones ya que sabía que mi salida era inminente y me blindé legalmente.
Entre el 31 de octubre y el 11 de diciembre –fecha de mi despido ya con dinero de por medio-, la administración intentó una serie de triquiñuelas para sacarme sin la debida indemnización.
Una tarde llegó el regidor Estanislao Pineda a la biblioteca y pidió hablar conmigo. Primero me aventó una retahila de estupideces que nada tenían que ver con el punto por el que fue enviado. Presumió su valiente incursión en las luchas sociales de los 70`s. Siguió con otra sarta de mentiras y al final me dijo: “La verdad me mandó la alcaldesa Sara Valle a preguntarte qué quieres para que dejes tu puesto”. Mi liquidación, le respondí. Y le atajé: “Qué vergüenza que admitas ser un emisario de la presidente municipal. Un vulgar alcahuete, sumiso y abyecto individuo. Ya sé para dónde vas a correr en Cabildo. Es denigrante tu actuar”. Lo demás ya es historia.
Santiago Luna y Estanislao Pineda, sólo son una muestra muy pequeña de las lacras arribistas que se apoderaron de Guaymas. Lo bueno que el 2021 está cerca.
Acápite: Sé que el incidente en la biblioteca tuvo consecuencias para mi labor. Sara Valle, vía WhatsApp el 5 de agosto prometió dejarme en el puesto. Sin embargo después de lo que pasó con su cuñado un mes antes, fue muy evidente su cambio de opinión. Modestia aparte, ella se lo perdió.